Esta es mi segunda colaboración con profesionales del centro tecnológico IDEKO, miembro de BRTA. La primera fue en julio año pasado.
Vender innovación es como intentar convencer a alguien para que compre la demostración de una invención, experimento o prototipo que, aunque aún tiene “flecos sueltos”, apunta maneras y representa una oportunidad para el cliente (interno o externo) o el partner.
La innovación no es una mercancía fácil de vender porque además de músculo (tecnológico, científico) necesita de confianza, humildad y capacidad de aprendizaje.
Y en eso trabajamos, en experimentar con el qué y el cómo contar para descubrir qué es lo que mejor funciona o más conviene a la hora de mostrar la aplicación práctica de un invento a otra persona.