El precio de ser autodidacta
Mi novia suele decir medio en broma que cuando volvemos a casa con muebles de IKEA es como si de repente me volviera transparente. Siempre encuentro una excusa para no abrir las cajas y montarlos. Lo reconozco, seguir libros de instrucciones me da una pereza tremenda. Por no tener no tengo ni taladro!
Lo curioso es que si me das un iPhone enseguida me pongo a montar vídeos con él.
Las aplicaciones para grabar y editar son muy intuitivas y no necesito ningún manual de instrucciones para utilizarlas. Con mi iPhone puedo captar y compartir historias en vídeo o audio desde cualquier lugar. No hay límites. Como dice Christian Payne, para mí el ordenador de la oficina significa trabajo. El móvil sin embargo es juego y, la calle, mi lugar de recreo.
Sé que manitas lo que se dice “un manitas” no soy. Pero si me das un iPhone soy como Mac Gyver, aquel personaje de la serie de TV que era capaz de desarmar un misil con un clip. Con un iPhone en la mano soy capaz de ayudarte a salir de cualquier atolladero por muy complicado que sea. 😀
Y aunque me siento orgulloso de haber aprendido a grabar y editar vídeo con el móvil por mi cuenta, también sé que aprender de manera autodidacta tiene su precio: trabajas la intuición pero te falta el método.
Ahora todos tenemos un camarón de vídeo en nuestros bolsillos y, en teoría, todos podemos aprender a contar historias en vídeo con el móvil. La realidad es que contar una historia en vídeo no es fácil. Supongo que por algo comunicación audiovisual se estudia en la universidad!
“Tú huyes del modo automático, nosotras es justo lo que buscamos”, me dijo una participante en un taller de vídeo hecho con móviles que facilité hace poco.
La frase dice mucho de mí pero, sobre todo, dice mucho de cómo les gusta aprender a las personas, sobre todo si lo que están intentando aprender es complejo.
Cuando empecé a facilitar talleres de vídeo hecho con móviles me costaba horrores comprender qué es lo que necesitaban las personas que acudían a mis talleres. Empecé a preguntarme cómo había sido mi propio proceso de aprendizaje y qué había faltado en él, y qué estaban intentando lograr las personas que acudían a mis talleres y qué les impedía hacerlo.
Ahora comprendo mejor que se trataba de un tema de diseño. O mejor dicho de falta de diseño. De falta de conocimientos sobre cómo diseñar una experiencia de aprendizaje centrada en las necesidades y aspiraciones de las personas en su contexto.
Con el tiempo, la paciencia, la escucha y aprendiendo de otras personas, voy comprendiendo que una cosa es aprender algo por tu cuenta y otra muy distinta, la responsabilidad de diseñar un proceso que facilite que las personas aprenda y creen a su ritmo y a su manera.
Las personas siempre creerán más en lo que ellas mismas hayan creado que en lo que yo les diga que tienen que crear o creer.
La foto es de Flickr.
The following two tabs change content below.
filmatu
Me encanta escuchar, aprender y compartir. Enseñó a crear vídeos y relatos audiovisuales sencillos con smartphones a profesionales. Transmite el valor de tu idea, servicio o proyecto con vídeo, logra más apoyos y/o acelera tus ventas. Talleres presenciales y online.